«Propuestas de otras candidaturas» frente a una «gran coalición de ideas». La primera es la pretensión con la que Juan Casares Long afronta las elecciones que hoy celebra la Universidad de Santiago de Compostela; la segunda, la de su oponente Lourenzo Fernández Prieto. Uno de ellos será el que sustituya a Senén Barro al frente la rectoría de la USC.
Al respecto, en la jornada de reflexión, tras una dura precampaña, Long, al que todos apuntan como claro favorito, abogó nuevamente por nutrir su mandato de las «grandes ideas del resto de candidatos y de sus votantes».
El catedrático de Ingeniería Química, quien contó con el mayor número de votos de entre los siete aspirantes el pasado cinco de mayo - con el 26,38%, frente al 20,77% de Fernández Prieto-, manifestó que «la primera vuelta distorsionó la foto en la medida que resulta difícil» prever «qué va a pasar en la segunda». «Trabajamos mucho en la candidatura y hablamos con todos los estamentos», afirmó.
Es por ello que defiende un «un proyecto realista», basado en alcanzar un plan de financiación universitaria «que refleje la realidad de la USC en los aspectos docente e investigador». Su programa incluye, asimismo, la implantación de los nuevos grados y postgrados que «requieren -dijo- adaptación necesaria». «Se va a necesitar un esfuerzo importante de los miembros de la comunidad universitaria para que la oferta se corresponda con la demanda», resumió.
Finalmente incidió en trabajar porque la USC «siga siendo referente» en investigación y abogó por «transmitir la cultura a la sociedad, al tiempo en que se rinden cuentas a los ciudadanos».
«La universidad del futuro»
Por su parte, Fernández Prieto, catedrático de Historia Contemporánea, precisó que la comunidad universitaria debe elegir hoy entre dos modelos: «el de la universidad que fue o el de la que puede ser». Sobre este aspecto, aseguró comprometerse con «la que mira al futuro y no al pasado». «No podemos ganar los nuevos tiempos ni afrontar los retos que se nos avecinan caminando hacia atrás, mirando al pasado», afirmó, para añadir que «quien recula, no avanza».
No ocultó que su intención, en caso de ganar los comicios, es «convencer a la Comunidad autónoma de que la Universidad, tanto desde el punto de vista de la formación como de su capacidad investigadora, es parte de la solución a la crisis actual y no parte del problema».
Así, hoy están llamados a votar más de 33.500 personas, que deberán depositar su papeleta, según corresponda, entre las 10.30 y 18. 30 horas, en las 59 mesas distribuidas en los centros del campus de Santiago y Lugo, así como en el Colexio de San Xerome o en el Edificio Intercentros, de cara a elegir a la persona que relevará a Senén Barro, tras ocho años en el cargo.
El censo se reparte entre 1.349 personas del sector de profesorado funcionario doctor, que representan el 51% del ponderado; el 14% a funcionario no doctor (84 personas) y otro PDI (795); el sector de investigadores en formación y estudiantes de tercer ciclo y postgrado, con el 3%; el 8 por ciento a personal de administración y servicios (PAS), con 1.403 censados; y con el 24 por ciento, los estudiantes de primer y segundo ciclo, 26.516 en total.
