miércoles, 14 de abril de 2010

14/IV/2010. El Correo Gallego. Todo un cum laude


"Soy afortunado por poder pagar la carrera trabajando de camarero"

Juan Mariño afrontó un revés familiar renunciando a vacaciones y fines de semana ·· Logró varias becas, una de las cuales le llevará a Harvard, pese a 'currar' hasta 12 horas al día

MAR MERA. SANTIAGO

Su carácter alegre y abierto no deja ver que la vida no se la han servido en bandeja de plata. Juan Carlos Mariño Bello, un joven de Vilagarcía de sólo 23 años, es uno de los alumnos de Medicina que celebrará hoy por todo lo alto su licenciatura. Detrás queda un titánico esfuerzo por sacar adelante esta dura carrera compaginándola con un trabajo para pagarse los estudios. Y es que hace tres años su familia sufrió un crudo revés al caer su madre enferma. Así, pasaron de que Ángeles y su marido Albino regentasen varias tiendas de regalos a que ésta se quedase en casa debido a sus problemas de salud, lo que les obligó a echar el cierre a los negocios. Albino ahora trabaja de panadero por las noches para cuidar de su mujer durante el día, mientras que de noche es su hija Ángeles la que vela por su madre.

Esta circunstancia familiar hizo que Juan Carlos se pusiese las pilas y no dudase en aliviar la carga familiar alternando los estudios de Medicina con un trabajo para pagar sus estudios. Pero lejos de quejarse, este joven se considera afortunado. "Me divierte trabajar de camarero. Me encanta el contacto con la gente y aunque a veces tenga jornadas de más de ocho horas, llegando hasta las doce en alguna ocasión, lo llevo bien". Que lo compagina perfectamente lo deja claro su expediente limpio, donde no hay cabida para ningún suspenso.

Además, ha ganado una beca en la residencia del Burgo das Nacións con la que está exento de pagar la habitación en la que vive a cambio de participar en diversas actividades, como ocuparse del reciclaje o dar charlas sobre distintos temas, como la última que dio sobre plantas medicinales.

Aparte de su trabajo como camarero, que comenzó en la cafetería del campo de golf de Meis, y que le ha robado los fines de semana, festivos y vacaciones de los últimos tres años, Juan Carlos ha obtenido varias becas. La última de ellas por un trabajo que presentó en el Congreso Internacional Ibérico para estudiantes de Medicina, celebrado en Santiago, y que se centró en los efectos del resberatrol (uno de los componentes del vino) en el cáncer de próstata.

Este interesante estudio fue premiado con una beca que le llevará a Harvard, prestigiosa universidad donde estará tres intensos meses dedicado a trabajos de investigación.

"Tengo muchísimas ganas de ir, aunque sé que debo mejorar mi inglés", dice mientras sonríe pensando en el viaje que le espera.

 

Pero el periplo de Juan Carlos será un punto y seguido, ya que cuando regrese deberá preparar el MIR, cuyos exámenes serán en enero. En mayo ya comenzará la residencia en un hospital. Todavía duda entre Medicina Familiar y Obstetricia, las dos especialidades que le atraen.

Hoy Juan Carlos dedicará su diploma de fin de carrera a sus padres y hermana, y al profesor Garabal, a quien admira y agradece su apoyo a lo largo de la carrera.