viernes, 26 de marzo de 2010

25/03/10. Entrevista ABC.



"Queremos lo mejor y eso cuesta trabajo"

POR PATRICIA ABET SANTIAGO

El profesor de Ingeniería Química contó en las anteriores elecciones con el apoyo del estudiantado, un sector de la comunidad universitaria al que se siente muy próximo. Si llega a ser rector, reconoce que dejar la docencia a un lado será todo un sacrificio para él.

-Uno de los temas más complicados a los que se enfrentará el futuro rector es la financiación. ¿Es el talón de Aquiles de la Universidad de Santiago?

-Yo no lo definiría así. Es una cuestión muy preocupante porque la situación económica de nuestro contorno no está mejorando y nuestra propia situación en este sentido es muy delicada, lo que exige ante todo prudencia y austeridad. Sin embargo, nosotros entendemos que ocupándonos vamos a encontrar una solución, por lo que no tenemos que asustarnos.

-En relación con este tema, usted apuntó que «debemos hacer más con los fondos que tenemos y recibir más por lo que hacemos»...

-Sí, así es. Tenemos que optimizar los recursos que recibimos y hacer una gestión más eficaz. Además hay que convencer a la sociedad gallega de que la USC le está aportando mucho y eso es algo que hasta el momento no se ha conseguido.

-Entonces es necesario poner en marcha una política de cara al exterior...

-Hay que rendir muchas cuentas, ser muy transparente y dialogar mucho con todos -con los de dentro y con los de fuera-, porque la comunidad universitaria está muy necesitada de corresponsabilidad y participación. Nosotros estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos que sean necesarios para que todos se impliquen en las decisiones a tomar si llegamos al rectorado.

-Ésa es una de las críticas que le hizo a Senén Barro, la falta de transparencia en temas como el Campus Vida...

-Yo entiendo que el Campus Vida es un proyecto ambicioso, como más que debería haber en la universidad centrados en otras áreas de conocimiento en las que contamos con gente muy valiosa. Pero faltaron el diálogo y el debate. Fue hacer cosas sin contar con la gente que tiene que hacerlas y nosotros estimamos que eso no debería haber pasado. Cuando se habla de tesas de tal calibre, hay que pulsar previamente las opiniones de la comunidad. Nosotros no vamos a dejar de dirigir la universidad pero lo haremos escuchando y contrastando opiniones, debatiendo y siempre con una clara finalidad: la de construir.

-Usted habló
de que en su equipo iba a integrar «distintas sensibilidades». A este respecto sabrá que el campo de las humanidades se siente un poco relegado...

-La universidad tiene varias caras, dos campus y también distintas áreas del saber. Yo soy capaz de ver, en todas ellas, grandes posibilidades para potenciarlas. Lo que nosotros vamos a hacer es -teniendo en cuenta la disponibilidades económicas y las capacidades de nuestra gente- mirar hacia todas ellas y distribuir y compartir, en lugar de generar diferencias. Pero eso sí, compartir exigiendo y para los proyectos que merezcan la pena. No se puede desear la excelencia y pensar que va a ocurrir porque sí.

-Parece que lo tiene muy claro.

-Así es. Gestión eficaz y austera, participación y después exigencia. Queremos lo mejor, y lo mejor cuesta trabajo.

-Campus de Lugo y Santiago, ¿Qué fórmulas se pueden buscar para aproximarlos?

-Es necesario y evidente que las distancias de Lugo a Santiago son mucho menores que de Santiago a Lugo, y eso no puede ser. Las distancias tienen que ser las mismas, por lo que hay que hacer un esfuerzo en este terreno. Mi equipo cuenta ya con unas líneas y acciones claras para seguir permitiendo el crecimiento del campus de Lugo y al mismo tiempo aproximar las dos ciudades, porque ambas forman parte de la misma universidad.

-Bolonia está recién estrenada pero muchos candidatos hablan ya de reordenación. ¿Habrá que empezar a parchear desde el primer momento?

-Claro, es que la planificación de Bolonia (en realidad a mí no me gusta hablar de Bolonia, prefiero llamarlo« reforma de los planes de estudios») fue un desastre sin paleativos. Además, tuvimos que hacer un esfuerzo a prisa y corriendo para estar en las fechas límites que nos fijaron. Está claro que una reforma tan radical va a exigir una adaptación a la realidad porque el papel se lo traga todo. La terca y cruda realidad nos ha enseñado que las cosas hay que hacerlas contando con los recursos personales y de infraestructuras que tenemos, por lo que habrá que ver cómo adaptamos una cosa y otra. Pero que va a haber que reordenar es evidente.

-Tema Medicina. Como aspirante a rector tiene muy claro que el panorama ideal engloba una facultad, una titulación y la colaboración institucional para la docencia clínica. Pero hay una deuda histórica con esta prestigiosa facultad que a usted le preocupa mucho...

-Ah, naturalmente que sí. Llevan diez años prometiéndose cosas que no se cumplen y nosotros vamos a cumplir con lo que otros no hicieron. Por eso espero que la deuda que tenemos con Medicina, la creación de un nuevo edificio, deje de serlo antes de que finalice el próximo mandato, si llego a rector, claro