POR PATRICIA ABET SANTIAGO
La polémica con la titulación de Medicina está servida. Casi un mes después de que los rectores de las tres universidades gallegas acordaran conjuntamente con la Administración central impartir la docencia clínica correspondiente a la -hasta dentro de poco- licenciatura de Medicina, el ayuntamiento de Santiago ha levantado la voz en contra de la pretendida descentralización, una medida que consideran totalmente rupturista.
Por ello, y para mostrar su malestar con el incierto futuro de la titulación, la corporación municipal en pleno -constituida por populares, socialistas y Bloque- ha mostrado abiertamente su disconformidad a través de una declaración institucional con la que se oponen a «cualquier iniciativa orientada a la división o segregación de dicha carrera». Y no son los únicos.Las inmediatas elecciones al rectorado de la USC han puesto en el punto de mira las opiniones de los aspirantes al puesto, quienes -pese a estar en desacuerdo en puntos tan fundamentales como el modo de afrontar la financiación- se unen en bloque para defender que facultad y titulación se queden en Compostela. Éste no a la deslocalización de la centenaria carrera bien podría resumirse con las palabras de Casares Long, el candidato más veterano de los seis que se presentan y uno de los más fuertes: «Un título de licenciado en Medicina por la USC; una facultad, la de Medicina de la Universidad de Santiago y una colaboración institucional con todos los hospitales del Sergas para la docencia clínica». Punto y aparte por lo tanto en lo que aspira a convertirse en uno de los principales caballos de batalla para el futuro nuevo rector, y también para un universidad que deberá interiorizar progresivamente la abrupta reestructuración en el mapa de titulaciones.
Ó artigo do ABC de hoxe, engadimos estas duas imaxes tomadas de El Correo Gallego do pasado 26 de marzo, durante a xuntanza promovida pola equipa decanal de Mediciña, e onde se mostra a unidade d@s candidat@s á Reitoría da USC.